La aldea infantil, situada en el barrio de Miramar, Tela, es lo más parecido a la aldea de los niños perdidos. Los pequeños están asalvajados, se suben a los árboles a coger mangos, campan a sus anchas por doquier, sin reglas, sin padres, sin nada... Suciedad por todas partes, clavos oxidados y un olor a rancio que la primera vez te tira para atrás, pero al que poco a poco nos vamos acostumbrando. Algunas veces pienso que algunos de estos niños podría ser un futuro Einstein, Mozart o Saramago, pero todos esos talentos se desperdician entre mangos y guayabas. En algunos de ellos percibo
jueves, 20 de agosto de 2009
La Aldea de los niños perdidos
La aldea infantil, situada en el barrio de Miramar, Tela, es lo más parecido a la aldea de los niños perdidos. Los pequeños están asalvajados, se suben a los árboles a coger mangos, campan a sus anchas por doquier, sin reglas, sin padres, sin nada... Suciedad por todas partes, clavos oxidados y un olor a rancio que la primera vez te tira para atrás, pero al que poco a poco nos vamos acostumbrando. Algunas veces pienso que algunos de estos niños podría ser un futuro Einstein, Mozart o Saramago, pero todos esos talentos se desperdician entre mangos y guayabas. En algunos de ellos percibo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario