martes, 25 de agosto de 2009

La sencillez de la gente aldeana


Pasar un fin de semana en alguna de las aldeas que rodea Tela es una experiencia, aunque en algunas más que en otras. El último finde, Yolanda, Teresa y yo, Fer, fuimos a la aldea 3 de Mayo, llamada así porque en tal día de 1968 los campesinos de la zona se rebelaron contra uno de los terratenientes hondureños y tomarno unas tierras que estaban totalmente inutilizadas. Mientras Marcos, el delegado de la Palabra de la aldea, nos contaba la historia del origen del nombre de su aldea, me imaginaba que esos hondureños que luchaban por tener una tierra seguramente no tendrían ni idea de que a miles de kilómetros de allá se estaba librando en ese mismo Mayo del 68 una revolución estudiantil sin precedentes. Cosas que pasaban cuando no vivíamos en la aldea global.
Como decía, pasar unos días en una de estas aldeas impresiona, es la exeriencia de la miseria, de estar con los que tienen muy poco, pero la mismo tiempo, y sobretodo, la experiencia de la acogida y la sencillez. Es increíble como esta gente comparte con nosotros lo poco que tienen, nos ofrecen sus camas, teniendo que dormir a veces ellos en otros lugares más incómodos. A veces se hace difícil aceptarlo, pero ellos no te dejan rechazar sus ofrecimientos. Para ellos, dar lo que tienen es su manera de demostrarte su agradecimiento. Todo esto consigue que te olvides de los millones de mosquitos por segundo que te atacan sin piedad.
También volvimos a encontrarnos con casos de familias que no te puedes creer. 23 hijos en una familia, de 3 mujeres diferentes, la primera de ellas murió, y el hombre vivía ahora con 2 de ellas, que eran primas. En fin, que la Tribu de los Brady a su lado eran cuatro gatos.

La belleza natural de Honduras


Honduras es un país con una belleza natural impresionante, le hemos podido comprobar en las excursiones que hacemos en nuestro día libre, los lunes. Visitamos una reserva de cocodrilos, en la que también había otros animales. Fue impresionante... nos acercamos a una charca y el cuidador de la reserva echó unos trozos de carne por encima de la verja y de repente aparecieron unos 40 cocodrilos enormes que se lo zamparon todo en 10 segundos. Y además, esto no era como los zoos de España, aquí podíamos tocar a los animales. Incluso estuvimos tocándole el lomo a un león, y cada vez que le tocábamos respondía con un rugido escalofriante. Tremendo... era una descarga de adrenalina total.
Otro de esos lugares especiales son las cataratas de Pulhapanzak



















Y como no, las ruinas mayas de Copán. En la imagen podemos ver a unos mayas ejecutando uno de sus rituales sacrificios humanos















jueves, 20 de agosto de 2009

Curiosidades del pueblo hondureño


Cuando uno camina por Tela, se puede encontrar carteles como éste, que aquí no llaman la atención lo más mínimo. Las armas son algo que está a la orden del día, quizás influidos por el ¨modelo¨de EEUU. Aquí se imita mucho lo que ocurre en yankeelandia. Ven en la televisión las series americanas y tienen muy idealizado su estilo de vida.
También hemos podido ver esta mañana enfrente del hospital una manifestación al estilo hondureño, cuatro tíos sentados a la sobra en una silla charlando tranquilamente bajo un cartel de FUERA GOLPISTAS. El hondureño es así, tranquilo, te saluda desde la hamaca, y cuando le preguntas cómo le va, te contesta ¨aquí, en la lucha¨

Los garífunas

Pasamos Montse y yo el fin de semana en la aldea de Triunfo de la Cruz, y pudimos entrar un poco más de lleno en la cultura del pueblo garífuna. De repente es como si estuvieras en África. Son gente que lleva el ritmo y la alegría en las venas. Durante la celebración que tuvimos con ellos, sacaron sus tambores y se pusieron a cantar y bailar con todas y cada una de las canciones de la misa. Convierten una aburrida canción como Alabaré, Alabaré en una mezcla de ritmos fascinante . Montse y yo éramos los únicos blanquitos de toda la celebración, lo cual era curioso, porque la gente nos miraba un poco, pero todos se alegraban mucho de hablar con nosotros y todos nos querían dar la paz cuando llegó el momento. Pudimos hablar con mucha gente de la comunidad garífuna, que nos transmitieron sus preocupaciones, como el racismo que hay en Honduras, ya que los garífunas lo tienen mucho más complicado para acceder a ciertos trabajos, como por ejemplo en Bancos o en instituciones públicas. Esto provoca que muchos de ellos decidan emigrar a Estados Unidos. También nos hablaron del individualismo que impera en muchas de sus comunidades. Ellos viven un poco al margen del estado, puesto que no pagan impuestos, entonces tienen que organizarse ellos mismos cuando quieren construir una carretera, o implantar agua corriente... Y muchas veces cada uno rema por su propio lado, sin pensar en el bien común. Por cierto, en este pueblo de Triunfo de la Cruz fue donde desembarcaron los españoles en 1524 e instalaron los primeros asentamientos en Honduras

La Aldea de los niños perdidos


La aldea infantil, situada en el barrio de Miramar, Tela, es lo más parecido a la aldea de los niños perdidos. Los pequeños están asalvajados, se suben a los árboles a coger mangos, campan a sus anchas por doquier, sin reglas, sin padres, sin nada... Suciedad por todas partes, clavos oxidados y un olor a rancio que la primera vez te tira para atrás, pero al que poco a poco nos vamos acostumbrando. Algunas veces pienso que algunos de estos niños podría ser un futuro Einstein, Mozart o Saramago, pero todos esos talentos se desperdician entre mangos y guayabas. En algunos de ellos percibo una chispa en su mirada, una inteligencia especial, que si se cuidase quién sabe adónde podría llegar. Este post va por ellos, por Cruz, Astrid, Mundo, Emma, Rosita... Rosita por ejemplo es una niña muy tímida, en cuanto te acercas a ella sale corriendo. Pero después tiene un detalle de cariño contigo en lo secreto, te deja una flor en el bolsillo, va a buscar una fruta para ti. Y es dura como una roca. El otro día se hizo una herida que chorreaba sangre, y no se inmutó cuando le echaba yodo para curarla. Pienso que en España pocos niños de su edad habrían aguantado sin llorar como hizo ella. Pero aquí están acostumbrado. La vida les ha golpeado muchas veces y les ha enseñado que no te puedes quedar llorando, que no puedes comportarte como un niño, aunque tengas 6 años.

martes, 11 de agosto de 2009

Este fin de semana lo pasamos en La Ceiba, revisando los proyectos de apadrinamientos. Nos encontramos con todo tipo de situaciones vitales. Niñas de 15 aós que ya tienen un bebé, otras a las que el marido las ha abandonado y tienen que cargar ellas solas con toda la familia, algunas de ellas sin ninguna fuente de ingresos. La verdad es que aquí el concepto planificación familiar no existe. Se sorprenden un montón de que con 25 años estemos solteros y no tengamos hijos. Nos dicen que "se nos está pasando el tren". Aquí todo se vive más deprisa. Las niñas pasan de jugar con muñecas tener un bebé de verdad entre sus brazos. Es realmente triste ver cómo pierden toda la inocencia de golpe. Aquí hay chavales de 5 años que te miran como si tuvieran 20. Se han acostumbrado a vivir a la defensiva y a no fiarse de nadie. Eso es lo que maman es sus casas. Les dicen "no te dejes de nadie". Una de nuestras tareas aquí es intentar que vuelvan a ser un poco niños, en la medida de lo posible, que jueguen, que se diviertan...

Aquí en esta foto salimos dando "jalón" a unos niños. "Jalón" es una costumbre de aquí muy habitual. Tu vas en tu coche y, si alguien te pide "jalón", se suben a la parte de atrás y les llevas adonde sea. Es como el auto-stop pero con la particularidad de que aquí van en la parte de atrás, en lo que llaman la paila. Los niños se suben y bajan con toda naturalidad en los carros ajenos, y más si son de "gringos" como nosotros. Intentamos convencerles de que nosotros no somos americanos, que somos españoles, pero aún así por la calle muchos nos saludan con un "Hello!".



Aprovechamos que estábamos en La Ceiba para ir de excursión en nuestro día libre a los Cayos Cochinos, las islas de los Supervivientes de la tele. Todo lo que diga sobre este lugar es poco, islas paradisíacas, con arenas blancas y aguas cristalinas. Un paraíso tropical en toda regla. Esta foto la
hemos titulado "Maldito Lunes", jeje, con cariño a todos los que pasásteis el lunes encerrados en una oficina delante de un ordenador. Hicimos todo lo que se puede hacer en una isla de éstas, rodear la isla corriendo en menos de un minuto, que es una gilipollez que siempre había querido hacer, tumbarnos en las hamacas, ver pececillos y corales buceando...

Ah!, Y también bebimos agua de coco, con lo cual nos aseguramos que vamos a volver a Honduras, según reza la tradición. Fue increíble coocer a la gente que vive en una isla de 2x2. Parece increíble, pero sí, hay gente viviendo allí. Son en su mayoría garífunas, descendientes de africanos que escaparon de la esclavitud y se instalaron en Honduras.







El presidio de Tela, toda una experiencia. Una de las actividades que más estamos disfrutando de lo que hacemos por aquí son las visitas al presidio. Es alucinante vivir la realidad de la cárcel desde dentro. Además, éstas no son como las cárceles en España. Aquí la policía no entra, ellos mismos se gestionan todo. Una vez dentro, nadie se precoupa de lo que ha hecho cada uno, es como un borrón y cuenta nueva. Hablamos con ellos de tú a tú. Aquí aparecen en una celebración con Jeremías a la guitarra, que es como Morgan Freeman en Cadena Perpetua.